Hay algunos “festivales” que nos quitan el aliento totalmente por su enorme nivel de humanidad.
– El Carnaval en Río
– Nochevieja en el puerto de Sidney
– El Kandy Esala Perahera
Aunque los dos primeros son completamente alucinantes, están ya muy comercializados. Sin embargo, el Kandy Esala Perahera, que acoge masas de mas de 500.00 personas cada noche durante una semana, mantiene su esencia y la devoción espiritual.
Dónde más en el mundo puedes ver a tanta gente junta celebrando un acto tan simple, brindar homenaje a uno de los mayores maestros espirituales cuya presencia tuvimos la suerte de disfrutar entre nosotros.
Desde hace tiempo inmemoriales, se celebra en agosto una procesión que pasea las reliquias sagradas y veneradas de Buddha.
Hoy en día, es uno de los grandes espectáculos, aunque todavía es relativamente desconocido. No hay cobertura en las televisiones internacionales, no hay fotos de prensa en los periódicos de todo el mundo, no hay uso del cine en la última entrega de James Bond…
Sin embargo, aquellos afortunados que tienen la suerte de asistir y ser testigos, cambiarán su forma de ver el mundo y su lugar en él. Suena exagerado, pero no lo es. Soy tan cínico como el que más, pero, de alguna manera, tiene un efecto.
¿Dónde más puedes ver más de 50 magníficos elefantes encapotados cubiertos de telas con joyas mientras se balancean a través de la procesión al ritmo de cientos de tambores?,¿dónde más verás a cientos de muchachos con el torso descubierto y jóvenes que se arremolinan alrededor de sus cabezas con frascos de aceite en llamas? Tan cerca que puedes sentir el calor. ¿O legiones de látigos batidos con tanta destreza que uno pensaría que son profesionales?
¿Y filas y filas de hermosas chicas y interpretando las danzas más intrincadas con movimientos que se han transmitido de generación en generación?
Y, allí, en el corazón de este impresionante espectáculo, probablemente el elefante Tusker más grande que verás en tu vida, cubierto de todas las joyas que puedas imaginar y bajo las antorchas encendidas que bordean la ruta procesional. Él es el que lleva la reliquia sagrada dentro de un Howdah fijado firmemente sobre su enorme cuerpo.
Es el único elefante que NUNCA pone un pie en el camino porque una tropa de ayudantes camina delante de él desenrollando un paño blanco para que pise por encima. Hasta ese punto llega el nivel de veneración. Al igual que el nivel de entrenamiento, no sólo el de este tusker, sino el de todos los elefantes. No se consigue que las bestias de este tamaño caminen a través de grandes multitudes si van sedadas y se las entrena a través del miedo. Sus formadores pasan años entrenándolos cuidadosamente no sólo para esta procesión, sino también para otros trabajos.
Los elefantes en Sri Lanka son muy valiosos y son la manera de ganarse la vida de los entrenadores/propietarios. No tiene sentido invocar tácticas crueles para que la bestia haga algo. Sería como patear la puerta de un Bentley Vintage para conseguir que arranque. El budismo es una religión amable y todas las criaturas vivientes son veneradas bajo su enseñanza. Es casi inaudito que un mahout (entrenador) no sea amable con su elefante porque no sirve para nada. El hecho de que estén tan tranquilos en compañía de estas multitudes es debido a su entrenamiento.
En mi humilde opinión, el Kandy Esala Perahera es uno de los tesoros que todos deberíamos experimentar al menos una vez en la vida. No importa si no eres creyente, o si lo eres, qué religión profeses, recordarás siempre el Kandy Esala Perahera.
Hay dos maneras de participar como descubrí hace dos años:
La primera es pararse entre la multitud y disfrutar del ambiento. Lo malo es que acabará, muy, muy cansado de estar de pie durante varias horas mientras la inmensa procesión pasa lentamente por delante de ti. Además, es posible que no consigas uno de los mejores puntos para ver, ya que la gente suele llegar muy temprano para conseguir una buena posición. Probablemente te sentirás hambriento y sediento porque es casi imposible salir del mar de gente que te rodeará.
Para ser completamente honesto, aunque me considero aventurero, no fue una experiencia que quisiese repetir al año siguiente mientras me hospedad en Tea Trails.
Cuando mencioné en el hotel que había estado el año pasado, el manager me informó de que vendía tickets VIP y que podía organizarlo para mi.
Kandy. Mencionado en innumerables libros de viajes durante los últimos 100 años ha cambiado poco en el período intermedio. De hecho, los residentes originales de Tea Trails probablemente lo reconocerían en un instante si vieran al amanecer el humo de la leña sobre los techos de casas que se aferran a las laderas de las colinas.
Hace años habrían tardado un poco más en llegar, ya que hoy Kandy está a sólo 2 horas de Tea Trails por carretera, aunque el viaje en tren de Hatton a Peradeniya es una de las experiencias ferroviarias más espectaculares.
La excursión a Kandy empieza pronto, a las 8am para ser exactos, y después de un magnífico desayuno se llega a las 10am siempre que el tráfico lo permita.
Coge un Tuk-Tuk desde cerca de la estación y dirígete hacia arriba, siempre hacia arriba y luego, siente como si estuvieras en el silencio de las nubes, mira hacia abajo y descubre un sitio que ha visto poco cambio en más de 600 años. Ah, los edificios son modernos ahora, pero no hay edificios de gran altura para oscurecer la vista y contaminar los sentidos… los descendientes de las antiguas tropas de monos todavía se alimentan de restos mientras que ensayan acrobacias a lo largo de los alambres telefónicos y los árboles y los pequeños comercios, abundantes cerca del corazón de la ciudad, venden prácticamente todo lo que puedas imaginar.
Compra unos bocadillos y disfruta de un picnic en las orillas del lago Kandy bajo la sombra fresca de uno de los muchos árboles junto al agua mientras se deleita con una vista que no ha cambiado desde que los británicos llegaron aquí en 1815.
Por supuesto, a medida que el día avanza la gente comienza a congregarse en pequeños grupos, a dar sus últimas caminatas por el lago antes de que empiece la Perahera. Pronto es hora de avanzar hacia la ruta del desfile.
Cada zona de asientos está claramente marcada y no es difícil encontrar la propia.
Es hora de las fotos. Créeme, nunca sacarás tantas fotos en una sola noche, yo creo que superé las 750.
Encontré algunas oportunidades maravillosas de fotos en el camino también, no sólo de lugares de interés de los vendedores ambulantes que venden sus coloridos artículos y bocadillos, sino también de la gente.
Familias enteras en una motocicleta o scooter; la mitad de un pueblo que se ha juntado para alquilar un camión abierto con hasta veinte o treinta personas en la parte de atrás; furgonetas llenas de niños de familias extendidas gritando en voz alta mientras ellos esperaban en el inevitable atasco al lado de su auto.
La gente dando vueltas, los modelitos, los niños con ojos de sorpresa y los ancianos que lo han visto muchas veces en su vida, pero que todavía esperan pacientemente, con profunda fe.
Disfrute muchísimo más. A diferencia del resto de personas sentadas a mi lado que se preguntaban una y otra vez qué era esto o aquello. No creo que su experiencia fuera tan gratificante como la mía y lo disfruté tanto gracias a Tea Trails.
A medida que la procesión se acerca a su hora de inicio, algunas de las tribunas se llenan de gente conocida y rostros políticos de Sri Lanka. En realidad no conocía a ninguno de ellos pero, a juzgar por sus saludos, parecía que muchos los conocían.
A medida que se van sentando miran hacia la izquierda para ver si alcanzan a observar a los elefantes acercándose. Para ser honesto, se oyen los sonidos de las trompetas y tambores mucho antes de que se pueda ver nada, es la forma de saber que la Perahera ha comenzado.
El que monta al elefante guía es aquel que ostente el cargo de Jefe Custodio Laico del Templo del Diente. Un venerable caballero ataviado con las mejores túnicas Kandyan. El NILMO DIYAWADANA. En vez de ser sólo una figura, él es responsable de todo en la procesión. Y me refiero a todo. Es difícil comprender la escala del evento sin vivirlo. ¿Sabes que puede durar hasta 4 horas o más?
A medida que la noche avanza, los bailarines pasan al lado, los chicos rompen sus látigos, los adolescentes giran sus frascos flamígeros alrededor de sus cabezas y cada grupo va separado del anterior por un tusker más grande y más grande, cada uno más gloriosamente engalanado que el anterior.
Finalmente, el tusker principal se asoma y, mientras camina sobre su tela blanca, la gente se va levantando como muestra de respeto por la reliquia sagrada que lleva.
Le dan una tremenda responsabilidad, lo cual es un inmenso signo de respeto por el animal.
De hecho, el cuerpo del tusker más grande registrado, Raja, ha sido conservado en su propia habitación especial en el Templo del Diente. Es una vista realmente impresionante.
Al final, la procesión termina y es el momento de regresar a Tea Trails en furgoneta alquilada.
Por supuesto, será tarde cuando llegues a tu bungalow, pero los refrigerios de la tarde se habrán preparado por adelantado junto con una olla de su mezcla favorita de té.
Te prometo que será una noche única. Es más, de hecho, te lo garantizo.
Tea Trails en sí mismo es una de las experiencias VERDADERAS de la vida que, además, combina con una visita a la Kandy Esala Perahera y se convierte en un día que nunca olvidarás.
Imagine a los plantadores y gerentes en los días de antaño. Viviendo y trabajando en su bungalow. Habrían recorrido el mismo camino que tú a Kandy, visto muchos de los mismos edificios y presenciado la misma profesión de fe que.
De esto trata Tea Trails. Una experiencia única para compartir a lo largo de las generaciones.